Dejar atrás los tabús de las calorías en la comida

En algún punto de la vida, casi todas las personas han intentado contar calorías en su intento por “bajar de peso”. Sin embargo, este enfoque de la alimentación no solo es ineficaz, sino que también puede ser perjudicial para la salud. 

¿Pero qué es una caloría?  

La caloría es una medida de energía. Los alimentos tienen calorías, es decir, los alimentos suplen al organismo con energía, que se libera cuando los alimentos se descomponen en la digestión. La energía permite a las células realizar todas sus funciones, incluida la síntesis de proteínas y otras sustancias necesarias en el organismo. La energía puede ser utilizada inmediatamente o almacenada para su uso posterior. (MANUAL MSD , Dic 2021)  

Como lo podemos ver comer calorías no es malo, de hecho, hay que comer una cantidad adecuada diariamente para tener energía en tu cuerpo esto depende de la edad en la que te encuentres sin embargo es de suma importancia consumir las adecuadas para no tener un déficit de energía calórico.  

Cantidad de calorías necesarias   

• Para los niños pequeños (1a 13 años): 1000 a 1800 
• Para los niños mayores y los adolescentes (14 – 20 años): 1200 a 3200 
• Para los adultos: 1600 a 3000 (21 – adelante).  

Esto sin embargo puede variar dependiendo del sexo y la cantidad de ejercicio diaria que haga una persona en su día a día.  

Consecuencias negativas de no consumir las calorías necesarias 

“En los años 1944 y 1945, se realizó un experimento donde treinta y seis voluntarios se sometieron a una dieta por seis meses con sólo 1.600 calorías al día con una actividad física de 35 kilómetros de caminata a la semana. El resultado fue que los voluntarios relataron que se sentían apáticos, sin energía física, sin motivaciones personales e irritables. Empezaron a lamer los platos, a diluir las papas con agua y a mantener por más tiempo la comida en la boca con la intensión de prolongar el proceso de comer”, señala. (Business Insider, Oct 2021). 

El conteo de calorías puede conducir a una obsesión por la comida y una preocupación por los números que pueden quitarte el placer de comer. En segundo lugar, puede hacer que pierdas nutrientes importantes si te enfocas demasiado en limitar la ingesta de ciertos alimentos. Como lo vemos en el estudio mencionado anteriormente vemos que la cantidad de calorias es necesaria para tener energía en el cuerpo y más si esta persona empieza a exceder con la cantidad de deporte que realiza, la relación entre bajas calorías y una cantidad excesiva de ejercicio podría ocasionar una descompensación a nivel general en el cuerpo de la persona.  

Otras consecuencias negativas podrían ser: 

• Debilidad. 
• Fatiga. 
• Intolerancia al frío. 
• Períodos menstruales irregulares. 
• Mareos. 
• Estreñimiento. 
• Hinchazón de las manos y los pies. 
• Cálculos biliares. 
• Riesgo de desnutrición. 
• Gota (bebido al elevado ácido úrico). 

Sin embargo, hay muchas maneras de prevenir el llegar a un estado de afectación en la salud de la persona por contar calorías y disminuir el consumo de estas en tu día a día y aquí traemos 9 consejos que te ayudarán a no caer en el medio a las calorías en tu comida.  

1. Adopta una alimentación intuitiva:

Este es un concepto creado por Evelyn Tribole y Elyse Resch ; 2 nutricionistas estadounidenses en el año 1995. Sigue tus señales de hambre y de saciedad, no necesitas horas específicas para comer, no debes aguantar hambre y tampoco debes comer en cantidad hasta el punto de estar totalmente lleno. 

2. Cambia el concepto de "Caloría":

¿Y si usas su real significado? Energía: Todo lo que tu cuerpo requiere para funcionar correctamente y sentirte mejor. 

 3. Elimina cualquier app de tu celular sobre conteo de calorías:

La tecnología es muy grande y hasta existen aplicaciones para la ayuda del conteo de calorías. Ten en cuenta algo muy importante, la comida no se puede reducir solo a números generados por una aplicación; muchas veces sueltan datos incorrectos y dan una idea falsa de la cantidad calórica “necesaria” para ti. 

 4. Hazte preguntas y explora si lo que haces te sirve o no: 

• ¿Me quita el placer de disfrutar la comida? 
• ¿Me hace confundir las señales de hambre y saciedad? 
• ¿Me ocupa demasiado tiempo? 
• No tengas distractores 
• ¿Al ver un número muy elevado me siento culpable? 

 5. Sigue el consejo de chefcito:

¿Alguna vez has visto Ratatouille? Supongo recordarás la escena donde remi le enseña a su hermano el valor de la comida y como debe analizarla, has exactamente lo mismo. Disfruta cada bocado de comida, analiza su sabor, su olor, su textura y la sensación que genera en tu boca. 

 6. No tengas distractores:

Para este punto creo que es importante hacer caso a mamá “No celulares en la mesa, mientras se come”. No estés jugando en el teléfono, viendo la TV, trabajando en la computadora, etc. Sé consciente de la comida que tienes, date tiempo para disfrutarla y come despacio; de este modo, ayudar a controlar tus señales internas. Con el tiempo te darás cuenta que tus niveles de ansiedad bajaron, disfrutas la hora de la comida y sabes seguir lo que tu cuerpo te pide. 

  7. No apoyes a Bruce:

Hay una escena icónica en la película de Matilda, cuando todos los estudiantes están reunidos y Bruce se convierte en la víctima de tronchatoro, debe comer un pastel horroroso y gigante de chocolate, en un momento al no poder más sus compañeros lo apoyan y terminan por devorarlo todo. No hagas esto con tu cuerpo, no lo fuerces a comer más comida con bajas calorías, para llenarte y así no comer después. 

 8. ¿Cuentas las calorías del ejercicio?:

Muchas aplicaciones te dicen cuántas calorías quemaste en cierto tiempo haciendo un tipo de ejercicio, por ende, comparas esas calorías con las que se supone debes consumir y te restringes de cosas. No lo hagas, las calorías que quemas haciendo ejercicio son apenas el 10% (e incluso menos) de tu energía quemada en el día, en cualquier cosa que hagas (incluso enviar un mensaje de texto) estás quemando calorías. Tu cuerpo necesita comida para recuperarse y estar bien. 

9. Agradece, ten paciencia y date el tiempo necesario:

Se necesita de tiempos para dejar la práctica que se lleva a cabo. No te castigues si te equivocas, es un proceso largo. Agradece a tu cuerpo todo lo que hace por ti y agradecerte a ti mismo por tomar la iniciativa y querer sanar. Sé paciente y disfruta de los pequeños avances que tengas.   

Finalmente, lo que más importa es tu salud tanto física como mental, esta etapa en la que creces y escuchas opiniones de otras personas hacia tu cuerpo, incluso tus propios pensamientos pueden estar en contra de ti, sin embargo, si te rodeas de personas que están dispuestas a escucharte y tener un círculo social saludable en muchos aspectos estarás lejos de tener algún problema alimenticio en tu vida. Recuerda que no importa tu peso ni cuantas calorias haya en tu comida, lo importante es que tengas energía para hacer tus actividades en tu día a día y de esta manera no caer en malos hábitos alimenticios.