Car Sharing.
Usar un vehículo comunalmente es el futuro
CAR SHARING
LAS VENTAJAS DE TENER UN CARRO; SIN LAS DESVENTAJAS DE POSEERLO
Leonardo Gálves Bulla
Tener carro es cada vez más difícil. El tráfico en las grandes ciudades del país, los impuestos, conseguir parqueadero en los lugares a donde uno va, la valorización tan elevada que tienen los carros nuevos y la desvalorización tan vertiginosa que sufren una vez son sacados del concesionario, los problemas ambientales, y demás problema que uno pueda pensar al querer comprar un carro, hacen que muchos se desanimen de invertir esas decenas de millones de pesos que cuesta uno. Sin embargo, la comodidad de tener un carro es innegable. No tener que sentarse – en el mejor de los casos – a esperar el bus, ir sentado en una silla muy cómoda mientras se espera a que avance el trancón, tener un vehículo listo para salir en caso de una emergencia, son ventajas que lo hacen a uno volver a pensar en la posibilidad del carro.
Car sharing es un tipo de servicio por medio del cual varias personas pueden hacer uso de un carro comunalmente. Esto puede ser o un carro que una compañía pone a disposición de una comunidad, o una persona que presta su carro para un bien comunal. Ambas de estas soluciones proveen una cantidad enorme de beneficios para quienes hacen parte de este servicio y para la ciudad en que funcionan, pues hace que los carros que transitan en las calles vayan más llenos, haciendo que menos carros ocupen las calles, lo que también significa menos vehículos contaminando el ambiente; el costo de la gasolina por las distancias se disminuye, pues hay más personas pagando por ella; es más práctico en el sentido en que uno se puede subir al carro, llegar al destino, bajarse y no tener que preocuparse por el carro hasta el momento de tener que regresar.

Sin embargo, todo esto funciona a la perfección en ciudades de países de primer mundo, donde uno ubica un carro cercano con alguna aplicación, lo recoge, lo usa, lo deja en su destino, le debitan de su cuenta, y la siguiente persona que lo usará, repite el proceso. Pero esto todavía no funciona así en Colombia, todavía no tenemos la cultura de cuidar comunalmente algo tan caro que, a los ojos de los usuarios, no es de nadie. Car B es una empresa que lo está intentando; propone el uso comunal de un carro que es de la empresa, el cual permanece estacionado en algunos de los parqueaderos de la red de City Parking, uno lo ubica por medio de la aplicación, lo recoge, paga por las horas que lo usa, y luego lo devuelve a uno de los parqueaderos City Parking de la ciudad. La mecánica, en teoría, es bastante simple, pues es solamente ubicarlo, recogerlo, usarlo y devolverlo; la cuestión acá es el cuidado de un vehículo que tendría varios dueños en la misma semana.
Pero esta es una solución que involucra mucha tecnología. El término Car Sharing traduce literalmente, compartir un carro, es decir, que varios se beneficien de un solo carro, y esto se lleva haciendo en Colombia desde hace mucho tiempo, de una manera muy sencilla y sin un nombre anglosajón. Las personas hablan con sus compañeros de trabajo, de universidad, de conjunto, de barrio, ven que tienen una ruta en común, y se ponen de acuerdo para viajar en un solo carro. Las personas lo hacen por economía, por practicidad, por hacer amigos, por la razón que sea, pero llevan compartiendo sus carros desde hace mucho.
¿Qué pasa, entonces, cuando se une este tipo de comportamiento orgánico con la tecnología? Comienzan a surgir soluciones de movilidad hipersegmentadas, las cuales son organizadas por las mismas personas que la van a usar, es decir, no hay una entidad que lo regule, de hecho, lo regulan las personas mismas. Pero, ¿cómo es esto seguro si cualquier persona puede pedir que la lleve en mi carro sin yo saber quién es ni qué tan confiable puede ser? De esto se encarga la regulación que realiza orgánicamente la comunidad que la organiza, pues a ella solo pueden pertenecer miembros de dicha comunidad. Así que, si quiere aprovechar los beneficios del Car Sharing, busque la comunidad Wheels de su lugar de trabajo, estudio o residencia; por una módica suma podría aprovecharlos beneficios de irse en carro sin tener que poseerlo.

Sin embargo, no todo es tan fácil. Los problemas que ha tenido y está teniendo Uber respecto a su legalización, demuestran la complejidad del tema, la falta de leyes que regulen este nuevo tipo de modelos de transporte, y la falta de voluntad del gobierno por tomar cartas en el asunto y legalizarlo o no. Legalmente, este modelo de compartir el carro con el compañero de trabajo/estudio/barrio, no ha tenido problemas, pero sí infringe las normas de los seguros de automóviles. Según la sección 3 del clausulado de la póliza de seguros de autos de Suramericana, la póliza no cubre accidentes cuando el vehículo sea utilizado para el transporte remunerado de pasajeros. Es decir que, en caso de tener un accidente, y en el carro se encuentran personas a las que se les cobró para transportarlas, la póliza pierde cobertura. Pero no es la única, todas las aseguradoras tienen esa limitación. Es comprensible, pues los vehículos de transporte público tienen otro tipo de seguros, sin embargo, la innovación no puede estar frenada por el hecho de que las compañías de seguros no saben cómo regular el uso compartido de un carro.
Pero igual la innovación sigue; aparecen soluciones para los problemas de las personas, cumplan o no con las regulaciones. El tener un carro es cada vez más difícil y, en algunas ocasiones, cada vez menos deseable, las desventajas y las complicaciones de poseerlo sobrepasan para algunos los beneficios. Pero ahora se puede llegar a un punto medio, en el cual se pueden disfrutar de los beneficios y las ventajas de tener un vehículo propio, pero sin las complicaciones de poseerlo. Por ahora, las soluciones que ofrece el mercado no son perfectas, y para disfrutar de estos beneficios hay que limitarse a la disponibilidad, a la voluntad de los dueños, al riesgo de no encontrar
una solución e igual tener que recurrir al sistema de transporte público. Pero las ventajas que ofrece este modelo son innegables, pues además de ser un beneficio para los usuarios que prestan o usan el servicio, son un beneficio para la ciudad y para el medio ambiente, pues hay menos carros generando tráfico y contaminando el aire; por lo que, en el futuro, soluciones de Car Sharing abundarán, y no será extraño encontrar personas que no tengan carro pero que gocen de los beneficios de tener uno por medio de este servicio.
BIBLIOGRAFÍA
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